EL QUATTROCENTO ITALIANO. ARQUITECTURA: BRUNELLESCHI Y ALBERTI

EL QUATTROCENTO ITALIANO. ARQUITECTURA: BRUNELLESCHI Y ALBERTI

1- EL QUATTROCENTO ITALIANO

El Quattrocento italiano corresponde con el enorme desarrollo cultural y artístico del siglo XV en Italia. En esta época el mapa italiano aparece fragmentado en pequeñas ciudades-estado gobernadas por príncipes y tiranos. Los más significativos fueron Federico de Montefeltro en Urbino, Francesco Sforza en Milán, Segismundo Malatesta en Rímini y Alfonso de Aragón en Nápoles. También destacaron clanes familiares como los Médici en Florencia. El gusto por la belleza monumental, el lujo en las vestiduras y en las viviendas se repite en el ámbito cortesano, donde se multiplican los encargos, impregnados por el nuevo espíritu humanista.

Nuevas caras aparecen en las disciplinas artísticas. La Teoría del Arte alcanza un gran despliegue, destacando la figura de Alberti. También brillaron el arquitecto Brunelleschi y el pintor Masaccio.

2- LA ARQUITECTURA: BRUNELLESCHI Y ALBERTI

La arquitectura italiana del Renacimiento se basa en:

La recuperación de la tradición arquitectónica de la Antigüedad a través de una aplicación libre de los principios que los edificios romanos ofrecen.
La configuración de un cuerpo teórico perfectamente sistematizado mediante el que se ofrecen unas normas básicas para la creación del nuevo lenguaje arquitectónico, basado principalmente en la unidad espacial mediante la aplicación de módulos perspectivos.

2.1- FILIPPO BRUNELLESCHI (1377-1446)

Aunque será uno de los arquitectos más brillantes del Quattrocento italiano, Filippo Brunelleschi comenzó siendo escultor y orfebre. De hecho, en 1401 participó en un importante concurso para fundir las segundas puertas del Baptisterio de Florencia, aunque finalmente ganó Ghiberti, a quien se le adjudicaron las obras. La decepción de este hecho le hizo entregar su pasión hacia la arquitectura. En 1418 vuelve a participar con Ghiberti en otro célebre certamen florentino: la construcción de la Cúpula de la Catedral, del que ahora sale vencedor.

Los elementos más característicos de la arquitectura de Brunelleschi fueron:

Tratar de conjugar la tradición romana y de los maestros de la Antigüedad con la perspectiva renacentista (armonizar visualmente las masas en el espacio e investigar los efectos espaciales antes de construir).
Utilización de la columna de fuste liso en pórticos y basílicas al modo clásico. Además aumenta su altura incluyendo un fragmento de entablamento sobre el capitel, a modo de cimacio.
Utilización del arco de medio punto, el único que es totalmente “racional”.
Bóvedas de cañón y vaídas. Siempre que pueda renunciará a la bóveda, sustituyéndola por cubiertas de madera, que implican muros de soporte más ligeros, económicos y fácil de manejar.
Convirtió sus obras en manifiestos de construir basados en módulos, empleado para conseguir la correspondencia armónica entre todas las partes del edificio en cuanto a la longitud, altura y profundidad. La proporción vendrá marcada por la distancia de separación entre soportes.
Yuxtaposición de volúmenes fundamentales, el cubo y la esfera, especialmente en el diseño de plantas centralizadas.
Luz racional que contribuye a crear sensación de unidad espacial. La luz de la nueva arquitectura del Quattrocento ya no creará sensaciones espaciales ajenas a la realidad humana (luz coloreada de las vidrieras góticas), sino todo lo contrario: la luz ahora permite al ojo del hombre medir la realidad del edificio.
Utiliza el bicromatismo para enfatizar la perfección geométrica del diseño y de la perspectiva.

Todo este novedoso lenguaje personal aparece ya en sus primeras obras florentinas como “El Hospital de los Inocentes (1419-24), las Basílicas del “Espíritu Santo” y “San Lorenzo”. En 1429 construía la “Capilla Pazzi” en el claustro del convento franciscano de Sant Croce, de Florencia.

Santa María del Fiore, la Catedral de Florencia, se inició a finales del siglo XIII con Arnolfo di Cambio. Muy avanzado ya el cuerpo de las naves, en 1367, la junta de la fábrica de la Catedral decidió elevar la imposta de la Cúpula en casi 13 metros sobre la cubierta de las naves, construyendo un tambor. El sistema empleado por Brunelleschi, sin cimbras, se basó en el empleo de cinco recursos fundamentales:

Construir un aparejo o andamio que permitiera construir a medida que se iba levantando la obra.
Cubrir el tambor octogonal con dos cúpulas superpuestas, dejando una cámara de aire entre ambas estructuras. De este modo, el peso de los materiales disminuía y su altura podía crecer hasta 56 metros.
Dar forma de cascarón con perfil ojival o apuntado a la cúpula exterior. No se trata de una reminiscencia gótica, puesto que su elección estuvo condicionada por la imposibilidad de adosar contrafuertes al elevado tambor de la cúpula.
Utilizar el ladrillo como material resistente pero más liviano que la piedra para las nervaduras interiores.
Idear una serie de ingenios mecánicos que facilitaron mucho la tarea de acarrear y subir materiales.
Las obras se iniciaron en 1420 y se consagra en 1436. La cúpula de Santa María del Fiore se convirtió pronto en símbolo de la nueva arquitectura y en un modelo a seguir en toda Italia.


Resultado de imagen de cupula catedral de florencia

2.2- LEÓN BATTISTA ALBERTI (1404-1472)

Es un teórico que representa el saber universal del genio renacentista, anticipando en medio siglo la aparición de Leonardo. Sobresalió en todas las artes, desde el atletismo a la música. Ideó artilugios mecánicos y dedicó tratados a la escultura, a la pintura y a la arquitectura. Sobre esta última disciplina escribió en diez libros “De re aedificatoria”, donde define por primera vez el aspecto intelectual del arquitecto.

Las características principales de su arquitectura serán:

Concebir la belleza como EURITMIA, armonía entre las partes y el todo, solo apreciable desde un punto de vista intelectual, y como EQUILIBRIO a través de la simetría.
La medida del hombre debe generar la de los edificios. Por lo tanto la arquitectura debe partir de principios antropocéntricos.
Es el primero que codifica correctamente los órdenes clásicos, aunque en sus edificios hace que resulten meros recursos plásticos accesorios asimilados a los muros.

Sus principales obras fueron:

  • PALACIO RUCELLAI
Resultado de imagen de palacio rucellai

Se lo encargó en 1446 el comerciante Giovanni Rucellai en la vía de la Viña de Florencia, y se convertirá en el prototipo de villa ciudadana del Renacimiento. A un edificio privado le da la misma dignidad que a los edificios públicos, pero sin ostentación: lo que debe llamar la atención es la comodidad.

La estructura del palacio renacentista es, como la mayor parte de la arquitectura de la época, muy simple. El Palacio Rucellai dispone de cuatro cuerpos alrededor de un patio central. En suma, es un cubo con un vacío en el centro. Esta disposición era la más adecuada para satisfacer las exigencias de intimidad (las puertas de las habitaciones se abrían al patio central interior) y la de representación (sobre las calles). En la fachada exterior Alberti adoptó una fachada almohadillada, con ventanas separadas por pilastras de escaso relieve e, inspirándose en el Coliseo romano, fragmentada en tres órdenes superpuestos: toscano, el más rústico, en el bajo, corintias sencillas en la mitad y corintias decoradas arriba. Entre piso y piso ya no había una simple cornisa, sino el entablamento correspondiente al orden de la columna que había debajo. El orden inferior se apoya en un basamento que además servía como banco en el espacio urbano.

 Resultado de imagen de palacio rucellai

Alberti también realizó destacados templos. Sus trabajos iniciales consisten en remodelar edificios del medievo dotándolos de portadas renacentistas:

  • SANTA MARÍA NOVELLA EN FLORENCIA (1456)
 Resultado de imagen de SANTA MARIA NOVELLA

A la basílica gótica le añadió una fachada de proporciones perfectas, dotada de sentido musical, asumiendo como módulo compositivo el cuadrado. Dos cuadrados idénticos componen la parte baja. A continuación un tercer cuadrado en medio del cuerpo superior oculta la nave central de la basílica, que era más ancha y alta que las laterales. Finalmente la altura de las naves laterales disminuía con dos consolas. La solución de unir dos cuerpos mediante alerones se convertirá en una constante arquitectónica durante los siglos XVI, XVII y XVIII.

Utiliza mármoles de colores para expresar la armonía entre las partes, y la columna con sentido de ornamento, que se repetirá en otros edificios suyos. De la Antigüedad también retoma el frontón clásico reelaborado con gran libertad.

  • CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE RÍMINI (1450)
Imagen relacionada

Se lo encargó el tirano Segismundo Malatesta, que quería reunir en este edificio las cenizas de sus antepasados, las suyas, las de su amante Isotta y la de los artistas y poetas que había en su corte. Alberti optó por desentenderse de la disposición interna y disimular la estructura gótica disponiendo  una “caja pétrea” que ofreciese a la vista una alternancia regular de macizos y huecos.

La fachada, que quedó inacabada, seguramente inspirada en el arco romano de Constantino, ofrece un esquema de muro tripartito, separado por semicolumnas adosadas. El muro sostiene un entablamento completo, al que corresponde a nivel del suelo, un elevado zócalo (cita arqueológica de los usuales zócalos de los templos romanos).
Se proyectó una cúpula que no llegó a construirse. El hecho de que fuera a ser un panteón explica que en el proyecto hubiera una cúpula en la parte de la cabecera, pues era una tipología que se asociaba tradicionalmente al tema funerario y al poder.

  • SAN ANDRÉS DE MANTUA (1470)

Fue la construcción religiosa más importante de Alberti, y la única que diseñó en su totalidad. Los elementos de la Antigüedad quedan patente en su fachada, de esquema tripartito y concebida nuevamente como un arco de triunfo de un solo vano, apeada sobre un podio al igual que los templos romanos. Armonizó las proporciones de la colosal portada simultáneamente el “orden gigante” en las pilastras de las calles laterales con el “orden normal” en las pilastras del arco principal. Todas las fachadas están rematadas con frontones de templos clásicos. El frontón de la fachada principal está coronado por un arco superior.

Imagen relacionada


Resultado de imagen de san andres de mantua

La planta es de cruz latina y nave única, rompiendo con la fórmula basilical de tres naves que imperaba desde la época paleocristiana. Coloca capillas entre los contrafuertes. Este modelo se convertirá en el preferido del templo de la Contrarreforma. Como Alberti aconseja en su tratado, una amplia bóveda de cañón cubre la nave única, y las capillas laterales también se cubren con bóvedas de cañón transversales a la principal. El alzado se estructura mediante dos órdenes: el mayor (pilares que sostienen el entablamento del que arranca la bóveda principal), y el menor (pilastras y entablamento que sirve de imposta para los arcos y las bóvedas de las capillas).

  • SAN SEBASTIANO, MANTUA (1460)

Estructura de planta de cruz griega con un espacio central cuadrado y con cuatro capillas a cada lado. Quedó inacabado. La inspiración arqueológica venía de los “martyria” paleocristianos.