LOS EDIFICIOS BIZANTINOS Y LA CÚPULA: SANTA SOFÍA.

LOS EDIFICIOS BIZANTINOS Y LA CÚPULA: SANTA SOFÍA.


1. CONTEXTO HISTÓRICO


El Imperio Romano se dividió en el año 395 tras la muerte del emperador Teodosio, que legó a cada uno de sus dos hijos una de las partes: a Acadio, la parte oriental, con capital en Constantinopla, y a Honorio, la parte occidental, con capital en Rávena. El arte bizantino nace y se desarrolla a partir del siglo IV después de Cristo en el imperio romano de oriente, donde florece hasta el siglo XV ( caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos en 1453 ). 
Es un arte subordinado al poder del emperador, y cuando éste adopta la religión cristiana, al poder de la religión también. Este arte manifiesta la presencia de tres influencias: la del cristianismo incipiente, la del racionalismo griego y la del Islam. 
Varios eventos afectan su desarrollo. Los más notables son: el movimiento iconoclasta del siglo VIII, y en el siglo XI, la ruptura entre la iglesia de oriente y la de occidente. Este arte produce una arquitectura monumental manifestada en sus iglesias, unos espléndidos mosaicos e impresionantes esculturas. Dos ciudades de particular interés para el arte Bizantino son Bizancio-Constantinopla y Ravena. 

 

2.  LA ARQUITECTURA BIZANTINA


2.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES 


El arte bizantino al desarrollarse en la parte oriental del imperio, tiene influencias tanto romanas como helenísticas y orientales, y es producto de una sociedad fuertemente teocrática, basada en el cristianismo ortodoxo. El edificio característico es la iglesia.


Una de las principales características de su arquitectura fue la utilización de la bóveda y cúpula de herencia romana, pero con adelantos técnicos que las mejoraron: construyen sin cimbras, emplean piedras muy ligeras, porosas y elementos de cerámica huecos, con los que forman la red interior de estas construcciones, que después se cubren con materiales de adorno, lo que genera cohesión y levedad; el empuje generado por las cubiertas circulares no se contrarresta con el espesor de los muros, como en el Panteón de Roma, sino que utilizan un sistema basado en que una gran cúpula se contrarresta con otras más pequeñas, y así sucesivamente, llevando las presiones progresivamente a los contrafuertes al muro exterior.


También aparece una nueva noción del espacio. Mientras que en Roma prevalece el orden, la división y el estatismo, en Bizancio se valora el espacio continuo, que sugiere un efecto de infinitud, en clara relación  con la divinidad. 


El templo bizantino tiene diferentes funciones, significados y simbolismos, ya que es tanto un lugar para la reunión de los fieles, como el sitio donde se palpa la presencia de la Divinidad y a la vez se exalta al Emperador y a la Iglesia. Su carácter trascendente y simbólico comienza con la orientación de las cabeceras hacia el este; la rígida estratificación de la sociedad bizantina se manifiesta claramente en lajerarquización de la utilización del espacio, con lugares reservados según la dignidad y el cargo; está presente también el simbolismo de las formas geométricas y del número, así por ejemplo la forma circular de la cúpula, hace referencia a Dios, la Eternidad, las dos torres, aluden a la doble naturaleza de Cristo, las tres naves a la Trinidad, etc.


Las plantas más utilizadas en la arquitectura bizantina son aquellas de planta basilical y de planta central, siguiendo los modelos utilizados por los primeros cristianos, y suelen cubrirse con cúpula(imagen del cosmos, regido por Dios), levantadas sobre pechinas (triángulos curvilíneos que permiten el paso de una planta cuadrada a la circular), con el sistema constructivo descrito arriba. Con el sistema de contrarresto usado, muchos de los muros son de relleno, sin función estructural, por lo que se horadan de ventanas, que dotan de iluminación al edificio, y los que quedan se recubren de mosaicos y/o pinturas. El  arco es el de medio punto y el capitel característico tiene una forma troncopiramidal invertida (CIMACIO) y a veces se superponen dos.

Aunque hay numerosos ejemplos, las joyas del estilo son “San Apolinar  ni Classe” de planta basílicas, y “Santa Sofía de Constantinopla” y “San Vital de Rávena”, ambos de planta centralizada.


2.2. PRINCIPALES OBRAS DE ARQUITECTURA BIZANTINA 


2.2.1 SAN APOLINAR IN CLASSE

Esta iglesia, construida en Rávena en el siglo VI en honor de San Apolinar, primer obispo de la zona, consta de tres naves, la central más alta y ancha que las laterales y con un bello ábside decorado con mosaicos. Las naves están separadas con arcos de medio punto sobre columnas de base cuadrada.

Los mosaicos de la cúpula del ábside se pueden dividir en dos zonas. En la superior destaca una gran cruz dentro de un círculo. Sobre el círculo aparece, entre las nubes, la mano de Dios. En la parte inferior, rodeado de un verde paisaje, se encuentra San Apolinar con los brazos levantados. Los corderos que lo enmarcan representan a los fieles del obispo.


2.2.2. SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA 


Los autores de esta obra fueron Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. Fue encargada por Justiniano para que simbolizara la fuerza de su poder civil y religioso. Fue inaugurada en el año 537, pero un terremoto hundió la cúpula y se volvió a levantar en el año 562. 

Es una obra maestra de la historia de la arquitectura, tanto por la habilidad en la distribución de los empujes y las fuerzas, como por la utilización de las pechinas. La planta es un rectángulo con un ábside en uno de los extremos. Tiene tres naves longitudinales como las basílicas paleocristianas de la tradición occidental.

La cúpula es el aspecto más destacado de la construcción. Descansa sobre PECHINAS y tiene un tambor con ventanas que iluminan toda la base, de manera que parece que flota en el espacio. Para evitar que se desplome la gran cúpula central, en los lados longitudinales, por debajo de su nivel, hay dos semicúpulas que distribuyen parte de la presión del empuje sobre dos exedras con medias cúpulas más pequeñas y a menor altura. El conjunto produce la impresión de cúpulas que van cayendo en cascada.

El interior de aspecto ingrávido contrasta con la gran masa sólida del exterior. En el interior los muros son ligeros con la doble arcada sobre columnas, las tribunas (galerías altas que recorren las naves laterales), y las ventanas de la parte superior. Los empujes y las fuerzas se han ido repartiendo, por lo que los muros no tienen tanta responsabilidad sustentante.


2.2.3 SAN VITAL DE RÁVENA 


El núcleo central está constituido por ocho grandes pilares sobre los que se asienta una bóveda. A partir de los pilares se desarrollan siete exedras de dos pisos, en los que los muros han sido sustituidos por columnas. Entre el muro exterior y las exedras corre un deambulatorio, como en los baptisterios, que comunica visualmente con todo el edificio gracias a las esbeltas columnas que ofrecen un espacio diáfano y transparente. El exterior es sobrio y en él encontramos contrafuertes en los ángulos del octógono. Los muros están perforados por grandes ventanales.