ARTE CALIFAL: LA MEZQUITA DE CÓRDOBA, ARQUITECTURA Y DECORACIÓN. LA CIUDAD PALATINA DE MEDINA AZAHARA.

ARTE CALIFAL: LA MEZQUITA DE CÓRDOBA, ARQUITECTURA Y DECORACIÓN. LA CIUDAD PALATINA DE MEDINA AZAHARA.


1. CONTEXTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO 

La civilización islámica surge cuando Mahoma predica en Arabia, desde principios del siglo VII, su nueva religión, que reúne verdades de estirpe cristiana, judía y zoroástrica, junto a ancestrales prácticas de las tribus árabes. El Profeta unificó a los pueblos de la Península de Arabia y fundó un Estado teocrático, que tras su muerte se extendió por toda Arabia, Siria, Persia y Egipto. 

El Islam también fue llamado religión del Libro. Se dice que el profeta recibió del arcángel Gabriel el dictado del Corán en lengua árabe, lo memorizó, lo recitó a sus seguidores y, posteriormente, fue compilado hacia  el año 653. Por ello el islam es una religión que surge muy ligada a la cultura y a la lengua árabes.

A la muerte de Mahoma el islam se extendió con rapidez y con él la cultura y la lengua de la Península arábiga, llegando a lugares tan lejanos como la India y la Península Ibérica. El islam se establece en la Península Ibérica en el año 711 y la llamarían Al-Ándalus.

Al-Ándalus y la invasión musulmana del siglo VIII supuso un hecho diferenciador con relación al resto de Europa. Se inició entonces un nuevo período en el arte islámico, que recibió las influencias del arte hispanorromano y del visigodo, dando lugar al arte hispanomusulmán.

La exquisitez y el refinamiento del arte hispanomusulmán se alcanza durante el Califato de Córdoba (929-1031). A esta etapa corresponden algunos de los edificios públicos e históricos más importantes de la arquitectura hispanomusulmana. Los tres monumentos más representativos del arte califal son la Mezquita de Córdoba, el palacio de Medina Azahara y la Mezquita del Cristo de la Luz (Toledo).

Con la crisis del califato cordobés, un nuevo sistema de poder (las taifas o reinos autónomos) cobra fuerza hacia el año 1009. Por otro lado, los reinos cristianos del norte avanzaban en sus conquistas, contribuyendo al debilitamiento del poder musulmán. Ante esta situación, Córdoba perdió la supremacía política, cultural y artística.

Muchos de los artistas que vivían en Córdoba se desplazaron a otras ciudades, donde desarrollaron su creatividad a lo largo del siglo XI. Entre estas ciudades destacaron Zaragoza, donde se encontraron los restos de la Aljafería, el lugar en el que vivía la dinastía reinante. El estilo de este palacio sigue las líneas del arte califal, aunque la decoración es aún más recargada. También de este periodo son las alcazabas o recintos fortificados de Málaga y de Almería.


2. PRINCIPALES OBRAS ARTÍSTICAS DEL PERÍODO CALIFAL

2.1 LA CIUDAD DE MADINAT  AL-ZAHRA

Esta ciudad fue fundada por Abd al-Rahman III en las suaves vertientes de Sierra Morena, a escasa distancia de Córdoba. Las obras comenzaron en el año 936, y se finalizaron tras la muerte de Al-Hakan II, en el año 976. Se sabe que tuvo una existencia efímera, ya que fue abandonada tras las revueltas civiles de los años 1009 y 1010, lo que la convirtió en cantera para edificios musulmanes y cristianos.

La ciudad tenía planta rectangular y estaba rodeada por una muralla con torres cuadradas. Se disponía en terrazas: la más elevada la ocupaba el alcázar. Al este de la ciudad se encontraba la mezquita, y fuera de las murallas quedaban los arrabales y las almunias o huertos.

Hacia el año 940 se elevó la parte occidental del Alcázar, donde se encontraba la casa del Califa. En el año 950 se amplió y se crearon el salón grande y el salón rico o de Embajadores.

Los estudios realizados hasta el momento en esta ciudad demuestran que aquí se formó y alzanzó su madurez el arte califal  cordobés tanto a nivel arquitectónico como ornamental.

2.2 LA MEZQUITA DE CÓRDOBA 

En esta obra fundamental, trabajaron distintos autores, ya que sufrió reformas y ampliaciones desde el siglo VIII al XI. Se inició entre los años 786 y 788, y sus obras finalizaron entre 987 y 990.

La primera gran mezquita fue encargada por Abd-al-Rahman I y se levantó sobre los restos de la antigua iglesia de San Vicente. Tenía planta cuadrada, dividida en dos partes diferenciadas: mitad patio, mitad sala de oraciones. La sala de oraciones constaba de once naves y tenía la quibla orientada al sur, lo que es característico de las mezquitas hispanomusulmanas, ya que para mirar a la Meca desde al-Andalus primero había que hacerlo hacia el sur.

Se superponían dos pisos de arcos, el inferior de herradura y el superior de medio punto. Las columnas tenían capitales corintios reaprovechados. Se cubría con un tejado de madera a dos aguas.

Esta primitiva mezquita fue completada por Hisham I (788-799) al levantar en el exterior del patio un alminar de planta cuadrada.

La primera ampliación del edificio religioso la llevó a cabo Abd al-Rahman II, y finalizó en el año 848. Entonces se prolongó la sala de oraciones en ocho tramos hacia el sur. Posteriormente, Muhammad  I dotó al recinto de la macsura (estancia exclusiva del califa) y reformó el arco de la puerta de San Esteban.

La segunda ampliación fue realizada por Abd-al-Rahman III y afectó al patio. Este creció hacia el norte y en él construyeron pórticos, como los de la mezquita de Damasco. También se edificó entre el 951 y el 952 un nuevo alminar  de planta cuadrada, que fue cubierto a finales del siglo XVI por la actual torre cristiana.

La tercera ampliación fue llevada a cabo por Al-Hakan II entre el año 962 y el 971. Está penúltima intervención es la más importante y concentra todo el esplendor califal.

La sala de oraciones se amplió doce tramos hacia el sur, y se hizo un doble muro en la quibla con cinco dependencias para el sabat (o paso del califa desde el Alcázar a la macsura) y otras cinco para el tesoro. El mihrab fue acabado en esta época y se decoró con mosaicos bizantinos. La monumental fachada del mihrab está compuesta por un arco de herradura col alfiz y un friso de arcos ciegos lobulados. Destacan las cúpulas nervadas del mihrab y la macsura. Los nervios no se cruzan en el centro, y en los espacios libres hay cúpulas pequeñas gallonadas.

La última intervención fue realizada por Almanzor, entre los años 978 y 990. En este caso la ampliación tuvo que efectuarse hacia el este, ya que hacia el sur el edificio limitaba con el río Guadalquivir. Se dotó a la sala de oración de ocho naves más, y el mihrab, que anteriormente quedaba centrado en las naves, pasó a estar descentrado.

La Mezquita de Córdoba es una de las obras más importantes del arte Hispanomusulmán. Llama la atención el contraste entre el exterior austero, de ladrillo, y la exquisita decoración interior, sobre todo el bosque de arcos de herradura, que tienen un enorme efecto pictórico, con su alternancia de dovelas rojas y blancas. Actualmente su interior alberga una catedral renacentista que fue construida en el siglo XVI.